La luz pensativa (siete poemas) "Es de noche. Apenas se ven sombras. Algún punto de luz ensimismada señalando una casa. Bultos indescifrables. Se diría que, como tú, esperasen la palabra que pueda revelarlas, transformarlas en lugar, en sentido. * Ese mismo cuidado, esa misma ignorancia con que las manos han tocado tantas cosas, que los tengan aquí, sobre el papel. Que sean verdad aquí también: que también aquí actúen con calma o con urgencia, y sin pensar, y dando su nombre, su cuidado, su ciencia a cada cosa. Que no dejen de ser aquí, escribiendo, lo que son en la vida. * Con la delicadeza y con la precisión con que se pinta en el suelo la sombra de ese árbol, exacto cada mínimo detalle, sin insistencia, en donde no falta nada, porque nada sobra, es así como habría que escribir, que vivir. * El árbol poco a poco se desnuda en esta luz tranquila, y se queda sin hojas, sin frutos y sin pájaros, reducido a sí mismo. En la luz del otoño, levemente dorada, de atardecer del tiempo, ya no caben ficciones. ¿Qué sentido tendrían? * Un día, éste, de luz perfecta: leve, limpia, mágica. Tú no estás ya para verlo, pero sé bien que yo lo estoy mirando no sólo con mis ojos, con los tuyos también. Y es otra cosa que te debo: este gozar mejor del mundo, sentirlo de otro modo más hondo, más completo: ser más, gracias a ti. * Lo pensaré, sí, diré que sólo casualmente has cruzado mi vida, como un pájaro que cruza, equivocado, por dentro de una casa, para después salir de nuevo al aire, y proseguir su vuelo en libertad. Lo pensaré, sí, y diré sólo: gracias por el error, y por este relámpago de vida y de belleza. * Ahora que ya no estás, ahora que ya no eres más que recuerdo, o sueño, ¿qué haré con estas manos, que te pertenecían? " epdlp.com |