Yo le pido a mi madre que cante "Ella comienza, y mi abuela se le une. Madre e hija cantan como niñas pequeñas. Si mi padre estuviera vivo tocaría su acordeón, balanceándose como un bote. Nunca he estado en Pekín, o en el Palacio de Verano, ni en el gran Bote de Piedra mirando cómo empieza a llover en el Lago Kue Ming, y cómo los campistas huyen por el pasto. Pero me gusta oír ese canto; cómo los lirios acuáticos se llenan de lluvia hasta volcarse, derramando en agua el agua, oscilando, para llenarse de nuevo. Ambas mujeres han empezado a llorar. Pero ninguna detiene su canto. " epdlp.com |