Dentro de la ley (fragmento)Erzsébet Galgóczi
Dentro de la ley (fragmento)

"Una tormentosa noche de septiembre de 1959, un policía que patrullaba por el distrito de Mohács mató a tiros a una persona que había violado la frontera. Al teniente Marosi sólo le informaron del caso a la mañana siguiente, cuando regresó, borracho de sueño, a la comisaría desde la casa de una de sus amantes de Pécs. El sargento de guardia ya había levantado acta, el cadáver había sido retirado del bosque y puesto sobre un “catafalco”, que consistía en una larga mesa en el cuarto de descanso de la comisaría cubierta con una sábana limpia. A Marosi le repugnaban los incidentes de frontera, había sido testigo de demasiadas tragedias durante los años anteriores a 1956, y su disgusto se convirtió en una incandescente ira cuando se enteró de que la víctima era una mujer joven.
[...]
Sacó una botella de vodka y se sirvió un vaso, para cobrar fuerzas y revisar el contenido del bolso de la mujer. Primero examinó los datos del carné de identidad: Éva Szaláncky, nacida en 1931, profesión: periodista, nivel de estudios: universidad, estado civil: soltera, domicilio: Budapest, calle Verpeléti 38, alquiler. Ocupación: no tiene, según la fecha, el último había terminado tres meses atrás, anteriormente había trabajado en las redacciones de Nép y de Kultúra. Volvió a examinar la fotografía: representaba a una chica de pelo corto que tenía la cabeza ladeada y una vaga sonrisa en los labios que contrastaba con sus ojos entornados de mirada desconfiada. Blusa blanca, desabotonada dios mío, cómo le gustaban las blusas blancas deslumbrantes, con el cuello muy abierto, como lo había llevado Petőfi… Abrió el bolso azul, cubierto de manchas de barro. Había un arrugado paquete de cigarrillos, una caja de cerillas con los bordes rotos dios mío, como si la estuviera viendo: nunca gesticulaba, pero sus manos siempre jugaban con algo: con una caja de cerillas, una estilográfica, unos palillos, los flecos del mantel, la copa de coñac, dos pañuelos de papel, una estilográfica Parker, tijeras para cortar las uñas, un espejo de bolsillo, un peine, unas pinzas para las cejas, un cortaplumas, un trocito de jabón envuelto en un sobre usado, un pequeño frasco de colonia de lavanda, dos pastillas Karil, una agenda con notas y números de teléfono que el teniente, de manera irregular, se guardó en el bolsillo interior, así como unas vacías hojas de papel de excelente calidad dobladas. Dio con una billetera de cuero, con novecientos forintos dentro, un pase permanente para un museo y un billete del tren exprés de Budapest a Mohács del día anterior. "



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