Marie von Ebner-Eschenbach El chico de la comunidad (fragmento) "Después de un fracasado intento de hacer valer sus presuntos derechos, al hombre no le quedó más remedio que seguir su camino. Se produjo la marcha del barrero. Al frente caminaba el cabeza de familia en pantalones de lino deshilachados y apenas ceñidos y chaqueta azul de barragán hecha jirones. Llevaba el sombrero torcido y lleno de agujeros; la cara roja de borracho estaba abotargada; los labios lanzaban maldiciones contra el pastor y los siervos del pastor, que le impedían ganarse el pan honradamente. La mujer iba un par de pasos detrás de él. Tenía la frente vendada y parecía incapaz de mantenerse en pie; sin embargo, tiraba de un carromato en el que había herramientas y algunos enseres y donde Milada yacía cubierta por una manta. ¿Enferma? ¿Apaleada? Uno podía suponer más bien lo último, pues, antes de partir, Martin había rabiado terriblemente contra los suyos. Pavel cerraba el grupo. Empujaba el carromato con fuerza hacia delante, con ambas manos apoyadas contra la parte trasera y también se ayudaba con la cabeza, que inclinaba profundamente cada vez que en el camino se topaban con gentes, quienes o bien seguían a los emigrantes con una mirada de compasión o bien respondían triunfalmente a las salvajes blasfemias de Holub. " El Poder de la Palabra epdlp.com