El peso del tesoro "Nunca debí escucharos, fantasmas que alojasteis en mi pecho esta absurda pasión por las palabras. ¿Acaso vuestro arte os liberó de algún tormento, os procuró más dicha? No fuisteis sino necios mendigos de sueños, fanáticos avaros de ilusiones, mezquinos saqueadores de esperanzas. Nunca debí escucharos, oh amados maestros que enterrasteis en mi alma la fe de vuestro ingenuo botín. Nunca debí escucharos, nunca debí seguiros. La realidad ahora me conoce. " epdlp.com |