Una mujer está solaAída Cartagena
Una mujer está sola

"Una mujer está sola. Sola con su estatura.
Con los ojos abiertos. Con los brazos abiertos.
Con el corazón abierto como un silencio ancho.
Espera en la desesperada y desesperante noche
sin perder la esperanza.
Piensa que está en el bajel almirante
con la luz más triste de la creación.
Ya izó velas y se dejó llevar por el viento del
Norte
en fuga acelerada ante los ojos del amor.
Una mujer está sola. Sujetando con sueños
sus sueños,
los sueños que le restan y todo el cielo de Antillas.
Seria y callada frente al mundo que es una
piedra humana,
móvil, a la deriva, perdido en el sentido
de la palabra propia, de su palabra inútil.
Una mujer está sola. Piensa que ahora todo
es nada y nadie dice nada de la fiesta o el luto
de la sangre que salta, de la sangre que corre,
de la sangre que gesta o muere de la muerte.
Nadie se adelanta ofreciéndole un traje
para vestir su voz que desnuda solloza
deletreándose.
Una mujer está sola. Siente, y su verdad
se ahoga
en pensamientos que traducen lo hermoso de
la rosa,
de la estrella, del amor, del hombre y de Dios. "



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