Un instante de eternidadCarlos Ruvalcaba
Un instante de eternidad

"Caminaba por el atardecer de la playa, mirando a donde la línea del horizonte une el cielo con el mar, cuando la brisa me susurró un suspiro inolvidable. Conocí en aquel instante la eternidad. Me supe parte del todo. Fui agua y viento. Exhalé nubes y amaneceres; fui la pluma de gaviota clavada entre los nombres de los adolescentes que a lo lejos caminaban cogidos del corazón. Fui el barco que se alejaba; el viento que me despeinaba. Fui por un instante, los ojos del universo que se miraba a sí mismo en la eternidad.

La mansedad de las olas acarició mis pies desnudos, y al fundirse dedos y agua fueron algas, fueron pulpos y moluscos, fueron aves que cantaban, fueron la consciencia de que somos parte de ese todo que conforma el gran todo. Supe que mi piel está hecha de olmo; que mi olfato es el viento que perfuma el universo que Dios creó.

La tarde se manifestó en colores vivos. Arena y yo caminamos juntos marcando nuestras huellas en la eternidad de aquel instante. Eternos venimos de la eternidad, y a la eternidad vamos eternos, porque nuestra esencia eterna es, aunque la vida sólo sea un instante. "



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