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Toomas Nipernaadi (fragmento) "Silbando y retozando caminó por el camino polvoriento. Pasaba las noches en el bosque, junto a lagos y meandros, pero al amanecer apagaba el fuego, esparcía las brasas por el lugar y seguía caminando. No tenía prisa, no tenía ningún designio y era un poco peculiar. Deteniéndose a menudo, se perdía en las variaciones del paisaje, imitando el canto de los pájaros; estaba jovial y jovial. De vez en cuando se detenía junto a algún lago y, tumbado en la hierba, contemplaba durante horas las nubes blancas en lo alto del cielo azul. Era alto y delgado. Sus grandes ojos estaban llenos de alegría y se hacía llamar Toomas Nipernaadi. Cuando los curiosos le preguntaban algo, él se reía con la boca muy abierta y les decía que simplemente estaba deambulando buscando cómo se abría realmente la tierra. Cuando se cansaba, se sentaba al borde del camino, tocaba la cítara y cantaba, pero su voz chirriaba y era grotesca. Levantándose, miró largamente el paisaje que tenía delante. De los campos secos se levantaba polvo, en el horizonte lejano se elevaban nubes de humo de un pantano en llamas. Los bosques azules se alzaban, ardiendo de calor. " epdlp.com |