Eliane Brum Uma Duas (fragmento) "Pero las verdades están entre nosotros, en ese aire que ambos respiramos, en lo que no se puede decir, en lo que a veces hicimos para no tener que decir. Es mejor así. Soy demasiado mayor para ese tipo de verdad. Después de fingir estar en silencio toda la vida, me costaría más de lo que puedo permitirme empezar a hablar de repente. Lo que me interesa ahora es contar mi historia. No la de ella. Mía, ahora que he descubierto que las palabras me dan una especie de placer. (…) Finalmente, el grito atrapado allí se libera. Y siente que el grito nunca parará, que ese grito es para siempre, un grito por la vida y más allá de la vida. Porque ahora llega a la plenitud del horror. Y los gritos son cosas que no pueden convertirse en palabras, palabras que no se pueden decir. No hay forma de escapar de la carne de la madre. El útero es para siempre. (…) Para mí todo es literal. Como mis brazos bordados con cicatrices de todos los intentos de separarme del cuerpo de mi madre. Para mí nunca hubo un cordón umbilical que se pudiera cortar. Sólo el dolor de ser confundido con el cuerpo de la madre, de ser carne de la madre. Este ritual que ahora gotea de mí como un fracaso. Más uno. Corté, corté, corté y todavía no sé que existo. Me quedo sin cuerpo. Y ella está afuera, con miedo de que me vaya, fingiendo no saber que no puedo irme. Nunca pude. Porque arrastro conmigo su cuerpo, que me envuelve y me engulle. " El Poder de la Palabra epdlp.com