La princesa de Lamballe "Por la natal Saboya, enhiesta y fría, ríos que lloran, gemebundo viento; de hierros y furores sordo acento: Madame de Lamballe en la Abadía. Los cabellos, nó más -oro y argento- cubren su desnudez sobre la vía; y el cuerpo, tibio aún, palpa y espía feroz sicario de mirar sangriento. Fina la piel, del lirio la blancura tiene el cuello, y un risa que perdura agoniza en la dulce boca inerte. Ojos marinos, bucles que despeina el viento: Id al Temple ya la Reina dadle los buenos-días de la muerte. " epdlp.com |