Anarquía y cristianismo (fragmento) "Cualquiera que sea el fin de estas explicaciones, repetiré que los anarquistas tuvieron razón en cuestionar ese cristianismo, esas prácticas de la Iglesia, y que efectivamente tuvieron razón de verla como una forma intolerable de poder en nombre de la religión. Desde el momento en que el poder y la religión estaban confundidos, los anarquistas tenían razón en rechazar la religión. Por otra parte, hay que agregar a todo lo que acabamos de decir, sin que por ello sea necesario insistir, la riqueza de la Iglesia y de los prelados sobre la base de la explotación del pueblo y, en el siglo XIX, la asociación de la Iglesia y del régimen capitalista; todo el mundo conoce el horrible uso que se hizo de la palabra de Jesús: "Bienaventurados los pobres...”. Marx tenía razón al denunciar el opio del pueblo. Pues, efectivamente, ese cristianismo predicado por la Iglesia de esa época fue el opio del pueblo. Para terminar, diré dos cosas más: primero, que la situación se ha aclarado y mejorado mucho desde que las Iglesias ya no tienen poder, desde que ya no hay vínculos entre el poder político y ellas, y desde que el número de sus miembros ha disminuido considerablemente. Todos aquellos que estaban ahí por interés o por miedo se han ido. En segundo lugar, las condenas de los anarquistas (y de todos los otros, marxistas, libres pensadores, etcétera) al cristianismo y a las Iglesias deben ser, de hecho, para un cristiano una exigencia para comprender mejor el mensaje bíblico y evangélico, y para modificar su conducta y la de su Iglesia en función de esas críticas y de la mejor comprensión de la Biblia. " epdlp.com |