Tambera (fragmento) "Se sentó, abrumado por el deleite ante este cuadro solemne y majestuoso del despertar de la naturaleza. Delante, hasta donde alcanzaba la vista, el mar de Banda agitaba sus olas de color azul oscuro. Con un chapoteo, corrieron hacia la orilla uno tras otro, dejando caer espuma blanca como algodón desde sus crestas. El mar perezoso e indiferente, como a regañadientes, hacía sentir la formidable fuerza escondida en él, que fácilmente podría barrer de la faz de la tierra un pequeño kampung ubicado no lejos de la orilla. Y en la isla vecina, frente al kampung, se alzaba la mole del monte Api, como si un monstruo gigantesco se agachara en medio del océano. La cima de la montaña estaba coronada por un halo dorado, cuyo resplandor no era inferior al del sol naciente. El monstruo pareció sonreír con arrogancia, como diciendo: desde tiempos inmemoriales protejo estas islas, y si es mi voluntad, las ahogaré en las negras profundidades del mar. " epdlp.com |