La herencia de los Ferramonti (fragmento) "De Piazza di Ponte a Campo de’ Fiori, el patrón Gregorio Ferramonti gozaba de la notoriedad y la consideración de un hombre al que se considera casi millonario. Una fortuna que se había labrado por sus propios medios. Los viejos lo recordaban todavía repartidor de Toto Setoli, un panadero del Pellegrino que lo había recogido por caridad. De repartidor pasó luego a mozo de mostrador y más adelante abrió una tienducha frente por frente a la de su antiguo patrón. Le robaba la clientela, después de haberle robado el dinero para hacerle semejante faena. Y, desde ese momento, su barco navegó, como suele decirse, viento en popa. Pero se susurraban historias siniestras: la quiebra de Toto Setoli, después de dos años de hábil competencia por parte de su antiguo mozo, y su reventar de dolor y de rabia. Antes de pasar a mejor vida, había visto a Ferramonti dejar la tienducha de enfrente, para ocupar como dueño aquella en la que había entrado de repartidor. Fue el golpe de gracia. Setoli murió echando a Ferramonti mil maldiciones y augurándole que, si existía una justicia divina, habría de recibir su castigo con la nueva tienda. A Gregorio le dio la risa. El traslado lo encaramaba a la cima del mundo. Reabría el local renovándolo con un mobiliario de madera clara y un encalado azul celeste en las paredes: ¡todo un lujo! Atraía más clientela poniendo en el mostrador a su mujer, algo más madura que él, pero estupenda, risueña, apetitosa y astuta. Otro chanchullo. La mujer, viuda del criado de un monseñor, le había aportado a Ferramonti unos capitales de origen misterioso, además de regalarle un hijo a los siete meses escasos de la boda. Las malas lenguas podían regodearse todo lo que les apeteciera, que el panadero tenía en la cabeza otras cosas en las que pensar. Le llovían las protecciones; se aventuraba en la nueva industria aprovisionando seminarios, conventos, internados y cuarteles. Durante muchos años, la panadería de Ferramonti tuvo una actividad pasmosa, sin perder nunca su modesta apariencia de tienda abierta en el corazón de un barrio popular. " epdlp.com |