Diario de una vagabunda (fragmento) "No he comido nada desde esta mañana. Aunque ya he vendido tres o cuatro cuentos para niños y algunos poemas, no ha sido suficiente para comer durante un mes. El hambre hace que mi cabeza se torne confusa y provoca que mis pensamientos también se llenen de moho. ¡Ay! Dentro de mi cabeza no hay ni proletariado ni burguesía. Quiero comer, aunque solo sea un puñado de arroz blanco. ¿Sería preferible volverme loca y ladrar por las calles? Dadme de comer. Cuando pienso en la gente que frunce las cejas al oír esto, ¿no sería mejor abandonarme a merced de la violenta pasión de un mar agitado? Al anochecer, desde la planta baja se escucha el ruido de los tazones para el arroz en el que todos los deseos mundanos están reunidos. Cuando escucho mi estómago gruñir, me pongo triste igual que una niña. Siento envidia de las prostitutas, en la zona de tolerancia lejana e iluminada. " epdlp.com |