Priya Hein Riambel (fragmento) "Siempre me parece extraño cómo solo hay un camino que nos separa de ellos. Nosotros. Ellos. Zot. Nou, Gran Dimounn. Ti Dimounn. Gente grande. Gente pequeña. A un lado de la sinuosa carretera costera están los kanpman y las fincas de los blan que apestan a dinero antiguo, junto a las propiedades de los nuevos ricos que dan al océano. Antiguos retiros de verano con sus antiguos barrios de esclavos convertidos en casas de huéspedes. Pero solo tienes que cruzar la calle y podrás ver la verdadera Mauricio. A solo unos metros de distancia. El lado que no te mostrarán en las postales y los folletos brillantes que se usan como cebo para atraer a turistas emocionados a nuestra isla paradisíaca, para que saquen fajos de billetes de euro de sus gruesas billeteras, aunque nunca llegamos a ver nada de eso. Desde que tengo memoria, mamá ha estado trabajando como empleada doméstica en una de esas casas al otro lado de la calle. Sirviendo a la misma familia blanca que sus padres. La familia De Grandbourg: franco-mauricianos blancos que presumen de una ascendencia que se remonta a un castillo en Bretaña. De Grandbourg. ¡Ja! Incluso su nombre denota grandeza. Grandioso. Mi profesor favorito dice que los mauricianos blan probablemente descienden de campesinos, simples herreros y marineros de baja estofa. A los franco-mauricianos les gusta decir pequeñas mentiras piadosas sobre su aparente sangre azul, tras haber amasado su fortuna con la trata de esclavos. Para lavarse las manos ensangrentadas. Pero ¿podrán alguna vez limpiar sus almas manchadas?" Glosario: blan. Término criollo, derivado del francés blanc, asociado a los mauricianos de ascendencia europea o franco-mauricianos." El Poder de la Palabra epdlp.com