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Heridas de Armenia (fragmento) "El país armenio había sufrido opresión y devastación en numerosas ocasiones, pero esta vez todo fue superado. Las montañas y los desfiladeros se convirtieron en el refugio de ladrones y salteadores. Los persas se alzaron repentinamente por todos lados, y su fuerza era tal que ya no era posible resistirlos. Pero estas mismas opresiones infundieron coraje a los armenios. Su pueblo fue pisoteado por todos lados, pero no se quedaron atrás y derramaron a su vez la sangre del enemigo. Toda Persia se alzó en armas, todo el Cáucaso se alzó. El hijo del rey Heraclio, Alejandro, huyó tras ocupar Georgia. Buscó ayuda en la corte persa y no dejó de perseverar hasta la obcecación solo para recuperar su país; no había montaña que no hubiera cruzado para, de alguna manera, lograr el cumplimiento de su anhelo. Lezguinos, chechenos, circasianos, musulmanes de Kazajistán, Borchalu, Shamshadin, todas las regiones del Caspio se frotaron las manos. Carecían de asideros firmes, se pintaban con henna, les crecían alas: todos querían atacar a los rusos, apoderarse de sus posesiones. Al pueblo armenio se le prometió fuego, espada y masacre. Derramaron sobre la cabeza de nuestro pueblo todo el veneno que tenían. Prometieron honores y grandeza, intentando atraerlos con engaños, o los castigaron de todas las maneras posibles, sometiéndolos a crueles castigos, para que los armenios temieran y se retiraran ante el avance de los rusos." epdlp.com |