Mujer genovesa "Tu me trajiste un poco de algas marinas en tus cabellos y un olor de viento, que viniendo de lejos llega grave de ardor, había en tu cuerpo bronceado o la divina simplicidad de tus formas esbeltas: no amor ni sufrimiento, un fantasma, una sombra de la necesidad que vaga serena e ineluctable por el alma y la disuelve en júbilo, en encanto, serena, para que pueda el viento del sudeste llevarla al infinito. ¡Que pequeño y ligero es el mundo en tus manos! " epdlp.com |