Lisboa, diario de a bordo (fragmento) "Desde la iglesia de Arrolos ya no vuelan ángeles sobre los borrachos, pero hay misterios que siguen animando a la ciudad y el Don Pedro del Raslo es uno de ellos. Verdad o mentira, aún no se ha podido saber por qué el escultor francés encargado de representar a nuestro rey en bronce de primerísima calidad no tuvo escrúpulos en despachar a Portugal uno de los Maximilianos que tenía arrinconados en el taller. Enigmas como éste, sinceramente, comprometen el paisaje y, no sólo impresionan mal a las personas sentimentales, sino que además son difíciles de disculpar a la luz de la inteligencia." epdlp.com |