Palabras para Antonio Berni "Del centro de la vida donde se confunde las imágenes, más allá de los personajes de esa misma vida que se debaten entre el sueño y el delirio, del drama de nuestro tiempo saltando hacia adelante, desde la bruma de los espejos que son ojos que nos miran hacia adentro, más allá de aquello que pasó y envejeció sobre la eternidad de un segundo, desde la búsqueda hasta la permanencia del asombro que avanza sin cesar, de allí nace la creación de Antonio Berni. Hoy puede ser un niño rescatado entre los basurales de la pena o una mujer con tangos soñolientos contándonos su historia. Tal vez mañana ya será otra cosa, quizás una ciudad obsesiva viviendo su aventura mezclándose con pasos, subterráneos con oficinas, teléfonos, con nombres inventados así de pronto a lo mejor en el zarpazo de la angustia que es un rostro pensando en la memoria como un guante olvidado en una cita. Así sobrevivimos por el dolor hecho belleza y esperanza. Por eso Berni sigue repasando objetos, sentimientos, miradas, habitaciones donde acostar la sed, maderas abandonadas, trapos vacíos, chimeneas enceguecidas, latas rodando por el alma del suburbio. Por eso sigue rescatando bandoneones desvencijados (casi una niebla en el recuerdo) o las bodas envueltas en los compases de un vals antiguo entre una ingenuidad no perdida del todo. O calles que terminan en un andurrial de perros color de fiebre enloquecido, o vagabundos que ofrecen sólo el horizonte de su grito, o lejanos crucificados de todos los días en los portones de una fábrica. Más allá existe una ráfaga de profundidad como una figura sin principio ni fin una figura que crece desde el fondo de la sangre alimentando el dolor y la alegría, más allá continúa el éxtasis del olvido que usamos para seguir viviendo. La pintura es eso algo que sigue y nunca se detiene, -de sorpresa en sorpresa- como el futuro. En él está Antonio Berni. " epdlp.com |