Temor del sábado "El patrón tiene miedo que se machen con vino los mineros. El sabe que les entra como un chorro de gritos en el cuerpo. Que enroscado en las cuevas de la sangre les hallará el silencio, el oscuro silencio de la piedra que come sombra socavón adentro. Que volverá, morado, con bagualas del fondo de los huesos su voz, golpeando dura como un puño en el tambor del pecho. Con pupilas abiertas como tajos le pedirán aumento, mientras quiebren, girando entre las manos, el ala del sombrero, y los ojos, de polvo y pena tristes, les caigan como manchas sobre el suelo. Hay que esconder el vino entre cerrojos, el vino pendenciero. Hay que esconder el vino como un crimen, el vino pedigüeño. Que ni una gota más caiga en la boca desierta del minero, donde el grito se tapa con la coca, y con alcohol la sed de amor y besos. Hay que esconder la primavera en sangre del vino que descubre los secretos. El patrón ha mandado que lo guarden y se ha vuelto vinagre en el encierro, de noche tiene vómitos y duendes de luna que se bañan en su cuerpo. Los ojos del patrón lo custodiaban por arriba del sueño, los ojos del patrón tienen dos ángeles desvelados de miedo. " epdlp.com |