Dédalo (fragmento)Juan José Domenchina
Dédalo (fragmento)

"¡Fiebres jaldes, fiebres del icor, del lentor,
fiebres del telúrico puerperio,
sobre la tierra monda, aguazal de míseros,
corrupto,
donde aún sobrenadan las siete densidades del
hombre,
es decir, la enjundia de la creación, indeleble!
No hay más, apenas; la resurrección de la carne,
que bosteza ahítos de diluvio sin término
(deidad fecunda y húmeda, mujeres por doquier,
como algas)
bajo la calentura verdinegra de los pantanos
que suben sus mosquitos hacia el desdén de los
cielos incorruptibles.
(…)
Edesia: los pastores crióforos saben que
en nuestros vientres anida una alcahazada
de inexorables buitres
que no conocen la saciedad: como la pituitaria,
nunca ahíta
de los ásperos olores cabríos:
efluvios que enajenan y enloquecen la
voluptuosidad carnívora del anfitrión
que se monda los dientes con el dérmatoesqueleto
de un insectillo acicular. "



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