Canto (fragmento) "Roma en, otoño. Esa ola de azul en los muros, sombras languidecientes sobre fondo marrón, un marrón a traves del cual vacilan los pabilos de los mercados abiertos hasta tarde, esa unidad imponderable de laurel, de perfumes, de olor sofocante de seres humanos al fondo de las callejuelas, de seres desconocidos, tenebrosos, nocturnos; con autobuses haciendo trepidar las verjas de las antiguas ruinas; con mendigos y niños; con todas esas puertas abiertas a la cálida luz de tiendas y antros donde trabajan los artesanos en el barrio del Trastevere; con la sutileza de pasadizos estrechos donde los gritos perforan la oscuridad y de nuevo los pasos apresurados de gentes presas en tortuosas calles, en el laberinto de profundas caballerizas. Fanfarrias, fanfarrias. Atardecer. Y sube el estiaje de la espera, de la melancolía. Y continuar andando así a lo largo de las calles, tufos de vino y manteles flotantes con olor a café que dan de repente ganas de beber; cocheros desocupados se apoyan en el respaldo de su asiento mullido, mientras mastican sus esqueléticos rocines y el suelo se cubre de briznas de paja y excrementos, y allí quedarán cuando los coches de punto encaramados en su altivez se pongan en marcha para desaparecer en la noche; muy cerca, la tubería perforada proseguirá con su gorgoteo y las huellas dejadas por las calesas y la calle donde el agua se desparrama lentamente permanecerán visibles sobre el fondo de terciopelo marrón y liso que todo lo invade. " epdlp.com |