Meditaciones sudamericanas (fragmento)Hermann Keyserling
Meditaciones sudamericanas (fragmento)

"Cuando la extrema sensibilidad se transforma en su contrario, se torna ausencia total de sentimientos. De lo que resulta una completa impermeabilidad al sufrimiento ajeno, una absoluta falta de simpatía y una sin igual carencia de porosidad, (esto se vio en las dictaduras que no tuvieron piedad). Lo cual explica la coexistencia de la apatía con una refinada crueldad en las civilizaciones indias sudamericanas. Cuando el menor rayo de un sentimiento negativo relampaguea en su rostro que, generalmente está perfectamente impasible, se muestran repulsivamente feos y malvados. Todo esto es acaso, por razones raciales, los indios sudamericanos parecen mogoles casi puros, porque son seres de susceptibilidad y encarnan la polarización, dulzura-crueldad. Sólo que en los pueblos orientales esta naturaleza se halla penetrada por el espíritu.
Pero también el Extremo Oriente desconoce la simpatía, que es la fantasía del corazón.
La dureza y la frialdad resultan de la falta de imaginación (y movimiento) tanto por parte del espíritu como del corazón. La muerte de los demás equivale al olvido. En cambio, el ansia de venganza no proviene de la imaginación, sino de la memoria. Cuanto más tenaz y más sedentaria es una raza humana, mejor es su memoria. De aquí el ansia de venganza de los indios. Los sudamericanos de sangre europea son, de igual sensibilidad, menos vengativos en proporción a su mayor movilidad. Pueden olvidar.
Por su parte, los chinos y los japoneses encarnan la delicadeza de una cultura superior. La cultura japonesa se basa en la sensibilidad. De aquí su encanto, pero también su frialdad, también tienen algo de serpientes.
En China, los postulados de la delicadeza han llegado a ser los pilares de una grandiosa concepción del universo. De aquí los postulados de “guardar el rostro” o salvar las apariencias. Y la teoría de que lo blando es más fuerte que lo duro. Es muy significativo que los chinos busquen y encuentren la solución de casi todos los problemas en la neutralización de la susceptibilidad por la transposición del problema a cualquier plano de irrealidad. Lo único prohibido es la reacción inmediata y directa.
Pero este mundo tan sensitivo (Latinoamérica) es, por otro lado, frío. La esfera de las sensaciones no es la esfera del corazón. La sensualidad aislada es fría. La crueldad es fría y la venganza es dulce, pero fría también. Toda susceptibilidad pura es fría. Y así la dulzura y la extrema consideración de los sudamericanos no tienen calor. Lo que allí parece cálido es, en realidad, necesidad de calor. Por eso las mujeres que más excitan a los hombres son siempre y típicamente, frías.
Los pueblos primitivos no hallan inteligente al que dice la verdad, sino al que más hábilmente sabe manejar los sentimientos de los demás. "



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