Vida en la montaña "Respirar el aire de las sierras, Salía por costumbre de mañana, envuelto en los vapores de la niebla Como en un poncho de harinita y agua. Escuchaba el balar de las ovejas, El mugido lejano de las vacas, El hueco resonar de los cencerros, El rodar de los riscos en las faldas, El seco martillar del carpintero, El silbo del zorzal en las quebradas, Y el goterón pausado del rocío Al desprenderse en llanto de las ramas. Aspiraba humedad de musgo y hongos, El acre fermentar de la hojarasca. El picor perfumado del tomillo Y el vaho amoniacal de las majadas. En horas de placer apetecía El manso florecer de las zagalas Y acumulaba ardor y nuevos bríos nutriéndome de frutas y cuajadas. Bañábame en color y en armonía. Perfumaba mi cuerpo con manzanas, Atigrando mi piel con los lunares De sol terciopelado que esplendían entre la sombra azul de la enramada, y tal un caracol, puesto al oído, La vida resonaba dentro mi alma. " epdlp.com |