Gato encerrado (fragmento)Antoine Compagnon
Gato encerrado (fragmento)

"La alegoría supone que bajo lo escrito se ocultan otros sentidos. El texto no quiere decir lo que dice: quiere decir lo que no dice. Desde el momento en que se entra en el campo de lo no ¬dicho, de lo implícito, del espíritu, de la figura, las esclusas de la interpretación se abren de par en par. Al contrario de la alegoría, la filología se propone devolver su sentido al texto: el sentido del autor, el sentido de la lengua, el sentido de la historia. Sin embargo, la filología nunca tiene la última palabra y ni siquiera una edición canónica sería garantía suficiente. Lo que no quita para que la filología produzca trabajos a menudo aburridos pero con una vida duradera; y la alegoría, por su parte, pequeños monstruos a menudo encantadores, pero que ceden pronto el lugar a los siguientes. Los contemplamos con melancolía, como a los embriones en los tarros de las antiguas farmacias. La historia de la alegoría es una teratología.
Montaigne ha tenido su lote de alegorías y estamos lejos de disponer de una edición definitiva de Los ensayos. Los diferentes estratos del texto aumentan la dificultad. El término mismo de estrato se presta a confusión, y hace que nos deslicemos sin darnos cuenta de la filología a la alegoría.
Son muchos los que han visto el estoicismo, el escepticismo y el epicureísmo de Montaigne como tres momentos distintos que explican la evolución de Los ensayos; otros, sin embargo, han imaginado que cualquier pasaje de Los ensayos podía interpretarse en profundidad según las tres antiguas doctrinas; otros más han descubierto estructuras numéricas misteriosas que organizaban los libros de Montaigne en simetrías, inversiones, homotecias que ocultan significados trascendentales; otros, finalmente, han pretendido que Los ensayos tenían un significado subversivo que el autor había disfrazado para burlar a la censura. "



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