El tragaluz (fragmento) "VICENTE. No es locura, es vejez. [Una cosa muy corriente:] arteriosclerosis. Ahora estará más sujeto en casa: les regalé la televisión el mes pasado. (Ríe.) [Habrá que oír las cosas que dirá el viejo.] (Tira una postal sobre la mesa.) Esta postal no le gustará. No se ve gente. (Se abstrae. Se oye el ruido de un tren remoto, que arranca, pita y gana rápidamente velocidad. Su fragor crece y suena con fuerza durante unos segundos. Cuando se amortigua, el padre habla en el cuarto de estar. Poco después se extingue el ruido en una ilusoria lejanía.) EL PADRE. (Exhibe un monigote que acaba de recortar.) Éste también puede subir. (Mario interrumpe su trabajo y lo mira.) MARIO. ¿A dónde? EL PADRE. Al tren. MARIO. ¿A qué tren? EL PADRE. (Señala al frente.) A ése. MARIO. Eso es un tragaluz. EL PADRE. Tú que sabes... (Hojea la revista.) ENCARNA. (Desconcertada por el silencio de Vicente.) ¿No nos vamos? (Abstraído, Vicente no contesta. Ella lo mira con curiosidad.) MARIO. (Que no ha dejado de mirar a su padre.) Hoy vendrá Vicente. EL PADRE. ¿Qué Vicente? MARIO. ¿No tiene usted un hijo que se llama Vicente? EL PADRE. Sí, el mayor. No sé si vive. MARIO. Viene todos los meses. EL PADRE. Y tú, ¿quién eres? MARIO. Mario. EL PADRE. Tú te llamas como mi hijo. MARIO. Soy su hijo. EL PADRE. Mario era más pequeño. MARIO. He crecido. EL PADRE. Entonces subirás mejor. MARIO. ¿A dónde? EL PADRE. Al tren. " epdlp.com |