Gallego (fragmento) "Cuando me siento en el parque no pienso más que en mi tierra. Y eso que quiero a Cuba como si hubiera nacido aquí. Pero a mi tierra no la puedo olvidar. Algunos me critican porque todavía hablo con acento gallego. Bueno, el acento no se pierde. Yo llegué aquí con dieciséis años. Ahora tengo ochenta y hablo igual. La lengua gallega es difícil de olvidar. Lo que pasa es que ya no hay con quien hablarla. Y al parque éste no vienen más que cubanos. A mí me gusta llegar por la mañana, cuando todavía el sol no da tan fuerte en el banco. Si vengo en la tarde, me siento debajo de aquel árbol, el más coposo de todos; es un laurel. Ya la gente sabe que yo tengo esos dos bancos y me los respetan. Por la mañana uno y por la tarde el otro. Hasta con lluvia he venido yo al parque. Los domingos es cuando se pone más movido. Llegan los niños en carriolas, los perros, los cochecitos, todo el barrio. Hay quien me pica con bromas pesadas. Pero yo, como si conmigo no fuera. Lo que quiero es tranquilidad y descanso, y aquí los tengo. A veces vienen los muchachos y me gritan: —¿Qué es lo que hay Manuel? Es que me ven pensativo, y creen que estoy en decadencia o que me voy a dormir. Pero nada de eso. Tengo los ojos bien abiertos y voy a vivir hasta que llegue mi hora. Entonces vuelven: —¿Qué dice Manuel? Y no digo nada. ¿Qué voy a decir ya? " epdlp.com |