Canción de Raquel (fragmento) "Esta isla es algo muy grande. Aquí han ocurrido las cosas más extrañas y las más trágicas. Y siempre será así. La tierra, como los seres humanos, tiene su destino. Y el de Cuba es un destino misterioso. Yo no soy bruja, ni gitana, ni cartomántica, ni nada de eso; no sé leer la mano como es debido, pero siempre me he dicho que el que nace en este pedazo de tierra trae su misión, para bien o para mal. Aquí no pasa como en otros países que nacen gentes por toneladas y todos son iguales, se comportan igual, y viven y mueren en el anonimato. No. El que nace en Cuba tiene su estrella asegurada, o su cruz, porque también existe el que viene a darse cabezazos. Ahora, lo que se llama el media tinta, el que no es ni una cosa ni la otra, el tontucio, ese aquí no se da. Esta isla está predestinada para que se cum plan en ella los mandatos divinos. Por eso yo siempre la he mirado con respeto. He tratado de vivir en ella lo mejor posible, cuidándome de ella y manteniendo me yo como centro. Para eso lo mejor que hay es trabajar, entretenerse en hacer algo y no darle mucha rienda suelta al cerebro porque es peor. Cuba es mi patria. Aquí nací y me hice mujer y artista. Y aquí es donde quiero morirme, porque si en algún lugar quisiera que me sepultaran es en este rincón. He visto otros países muy bellos, muy modernos, muy gentiles; pueblos de gran cordialidad, pero como el calor de mi patria, nada. Y eso que soy de origen europeo. Mi madre era húngara y mi padre, alemán. Ella húngara y él alemán. Ella bajita y pecosa, muy jaranera. Una mujercita de temple. Mi padre no sé. Lo vi, lo veía cada vez que mamá me enseñaba la fotografía. Parecía buen mozo. Al menos en aquel retrato. " epdlp.com |