Tierra desacostumbrada (fragmento)Jhumpa Lahiri
Tierra desacostumbrada (fragmento)

"Las postales eran las primeras misivas de su padre que Ruma recibía por correo. En sus treinta y ocho años de vida él no había tenido razón alguna para escribirle. Se trataba de una correspondencia unilateral; sus viajes eran lo bastante breves como para que Ruma no tuviese tiempo de responder y, además, él nunca estaba en situación de recibir correo allí donde se encontrase. La caligrafía de su padre era menuda, precisa, levemente femenina; la de su madre había sido un batiburrillo de mayúsculas y minúsculas, como si sólo hubiera aprendido a hacer una versión de cada letra. Las postales iban dirigidas a Ruma; su padre nunca incluía el nombre de Adam, ni mencionaba a Akash. Y sólo en la despedida reconocía algún vínculo personal entre ellos. “Sé feliz, con cariño, Baba”, las firmaba, como si alcanzar la felicidad fuera algo tan sencillo.
En agosto su padre se iría de nuevo, esta vez a Praga. Pero antes pasaría una semana en la casa que Ruma y Adam habían comprado en la zona este de Seattle, y que él aún no conocía. Se habían mudado de Brooklyn en primavera, por el trabajo de Adam. Fue su padre quien sugirió la visita, en una llamada a Ruma, a quien sorprendió preparando la cena en su nueva cocina. Tras la muerte de su madre Ruma había asumido la tarea de hablar con su padre todas las noches para preguntarle qué tal había pasado el día. Pero las llamadas eran ahora menos frecuentes; normalmente lo telefoneaba una vez a la semana, los domingos por la tarde. "Aquí siempre eres bien recibido, Baba-le había dicho a su padre por teléfono—. Ya sabes que no tienes que preguntarlo siquiera." Su madre no se lo habría preguntado. "Vamos a veros en julio", le habría informado, con los billetes de avión ya en la mano. Hubo una época de su vida en que semejante presuntuosidad habría enfurecido a Ruma. Ahora la echaba de menos. "



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