Gertrude y Veronique (fragnmento)André Theuriet
Gertrude y Veronique (fragnmento)

"Como había dicho Gaspard, Gertrude era una verdadera hija de artista.
Espontánea, orgullosa, ardiente, de violenta ira-una de esas Venus establecidas en Normandía desde tiempo inmemorial- Ya en el reinado de Felipe el Hermoso, en fecha de 1314, declaró que los artistas de la Champagne no eran compatibles con la más excelsa nobleza, privilegio que fuera posteriormente confirmado por el propio Enrique III y por Enrique IV. En marzo de 1603, el rey fue a Metz en compañía de María de Médicis, bordeando la bella costa de Chalaides, al dejar Saint Menehould, que desembocaba en las lindes de un bosque. Varios caballeros se presentaron ante él.
-¿Quiénes son estas personas?-preguntó el rey.
-Majestad, son artistas.
El carruaje no se detuvo a causa de la pertinaz llovizna, además de que el monarca ya había perdido mucho tiempo escuchando la arenga de los notables de Saint Menehould, y, de hecho, unos días más tarde, renovó las peticiones de Enrique IV con nuevas patentes.
Estos artistas eran sin duda aventureros atraídos por las diversas oportunidades que ofrecía la industria en Argonne. Allí abundaban el brezo y el carbón. Además los peces de las aguas de Biesme surtían de buena comida las mesas y los cazadores furtivos podían practicar su afán cuando les hirviera la sangre en las venas. En 1530, Nicolas Volcyr, historiógrafo de Lorena, se jactaba de la gran cantidad de artistas que poblaban el Argonne. El siglo XVII fue una época dorada. Con Colbert aumentaron sus privilegios y se aseguró el beneplácito de su monopolio. Nicolás de Condé, jesuita, pronunció un panegírico del rey Luis XIII. Las jóvenes se casaban con artistas o con religiosos, despreciando a la nobleza territorial de antaño.
La revolución de 1789 fue un duro golpe para su prosperidad, destruyendo las bases de su monopolio. Pero todavía conservaron sus distancias con los plebeyos, a los que llamaban "sacrés mâtins" y muy difícilmente se casaban entre sí. Las hijas de los artistas preferían amantes burgueses. La mayoría de los hijo se adaptaba de forma pésima a las costumbres y vestimenta de los campesinos, cansándose de la ociosidad y entrando a formar parte del servicio como oficiales. "



El Poder de la Palabra
epdlp.com