El cántico de Navidad (fragmento)Charles Dickens
El cántico de Navidad (fragmento)

"Un día, el más notable de todos los buenos del año, la víspera de Navidad, el viejo Scrooge estaba sentado a su bufete y muy entretenido en sus negocios. Hacía un frío penetrante. Reinaba le niebla. Scrooge podía oír cómo las gentes iban de un lado a otro por la calle soplándose las puntas de los dedos, respirando ruidosamente, golpeándose el cuerpo con las manos y pisando con fuerza para calentarse los pies. Las tres de la tarde acababan de dar en los relojes de la City, y con todo casi era de noche. El día había estado muy sombrío. Las luces que brillaban en las oficinas inmediatas, parecían como manchas de grasa enrojecidas, y se destacaban sobre el fondo de aquella atmósfera tan negruzca y por decirlo así, palpable. La niebla penetraba en el interior de las casas por todos los resquicios y por los huecos de las cerraduras: fuera había llegado su densidad a tal extremo, que si bien la calle era muy estrecha, las casas de enfrente se asemejaban a fantasmas. Al contemplar cómo aquel espeso nublado descendía cada vez más, envolviendo todos los objetos en una profunda oscuridad, se podía creer que la naturaleza trataba de establecerse allí para explotar una cervecería en grande escala. La puerta del despacho de Scrooge continuaba abierta, a fin de poder éste vigilar á su dependiente dentro de la pequeña y triste celdilla, a manera de sombría cisterna, donde se ocupaba en copiar cartas. La estufa de Scrooge tenía poco fuego, pero menos aún la del dependiente: aparentaba no encerrar más que un pedazo de carbón. Y el desgraciado no podía alimentarla mucho, porque en cuanto iba con el cogedor a proveerse, Scrooge, que atendía por sí a la custodia del combustible, no se recataba de manifestar a aquel infeliz que cuidase de no ponerlo en el caso de despedirle. Por este motivo el dependiente se envolvía en su tapabocas blanco y se esforzaba en calentarse a la luz de la vela; pero como era hombre de poquísima imaginación, sus tentativas resultaban infructuosas. "


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