Crónicas de los chicos de la radio (fragmento)S.F. Aaron
Crónicas de los chicos de la radio (fragmento)

"El profesor Gray tomó de nuevo el aparato y comenzó a mover los apéndices del interruptor de metal arriba y abajo, tratando de sintonizar más claramente el sonido y de erradicar cualquier posible interferencia de las otras estaciones de radiodifusión, enmarcadas en un zumbido bajo. Al punto la música sonó clara y dulce, el agitador tono de "América" y cuando el son de la bocina hubo cesado, pudo escucharse este anuncio:
"Mi tema es la vida temprana de Thomas Alva Edison."
Todos nos sentimos más eufóricos y Gus vio cómo Bill se abrazaba a sí mismo en un gesto de placer anticipatorio y es que el niño cojo siempre había sido un admirador incondicional del gran inventor. No hubo necesidad de llamar la atención para que guardáramos silencio. Pudimos escuchar las palabras deliberadas y cuidadosamente enunciadas:
"Se ha dicho que el niño es el padre del hombre." Esto puede ser digno de crédito; al menos existen evidencias de que en su infancia se encuentran rasgos que nos deleitarían a posteriori en relación a uno de los primeros ciudadanos de nuestro país, el mayor descubridor científico de todos los tiempos. La infancia de este hombre insigne fue casi tan notable como su hombría, llena de incidentes que muestran tendencias que contribuirían a la verdadera grandeza en el campo elegido de la invención, el experimento y el descubrimiento. "Thomas Alva Edison nació en Milán, Ohio, en el año 1847". La fecha precisa, incluso para el señor Edison, genera ciertas dudas.
"De naturaleza un tanto frágil, con un hermano y una hermana mayor, pero era lo suficientemente activo para escapar en varias ocasiones del cerco de la muerte. No habría sido un niño de verdad si no hubiera caído en el canal y hubiera escapado de ahogarse al menos una vez. "



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