El peregrino galopante (fragmento)George Ade
El peregrino galopante (fragmento)

"Cierto licenciado pasó a ser el único nieto de los primeros colonos que llegaron a Coon Skip Cap y que bebían jugo de maíz de una jarra. Sucedió en aquellos días en que cada hombre, por pobre que fuera, disponía de tocino. Este pionero, imbuido del espíritu comercial, se encontraba en una subdivisión del pantano que bordeaba la ciudad.
Cincuenta años después, la ciudad se había extendido más allá del pantano y el nieto comenzó a hablar con acento inglés y a llevar camisas traídas desde París. El primero de cada mes los agentes se presentaban al nieto del poderoso cazador Muskrat y volcaban ante él un carro cargado con papel moneda que le había sido arrebatado a los tenderos, que a su vez habían sonsacado a sus clientes para las imágenes de la decoración del Baile en conmemoración de su abuelo, que había terminado con los siluros del río de Chicago.
El representante de esta vieja familia tomaría un rastrillo del jardín y ordenaría todas estas monedas, tras lo cual un secretario las rociaría con agua de lila y las ataría en artísticos paquetes, utilizando el membrete de Old Gold Ribbon.
Era una lástima porque después el licenciado tenía que sentarse en la ventana del Club e idear otra manera de hacerse con la moneda en circulación. Como resultado de estos hercúleos esfuerzos para vaporizar la renta, se encontró a sí mismo a la edad de cuarenta años afligido con gastritis social. Se había atiborrado con los placeres de este mundo hasta que al recibir una invitación para asistir a una comedia musical rompió en llanto como un bebé.
Había cruzado el Atlántico tan a menudo que ya no deseaba sentarse a la mesa del capitán. Había ascendido a lo alto del Monte Carlo y visto el Durbar de Delhi, había tomado té en las terrazas del Shepheard en El Cairo y recorrido Japón hasta llegar a Honolulu. Su nombre era perfectamente conocido por las camareras del Palace de Londres y también en el Savoy. "



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