Tocar el fuego (fragmento)Eraclio Zepeda
Tocar el fuego (fragmento)

"El tren se detuvo en la capital de Rusia. Un representante del zar lo esperaba en el andén. Manuel Larráinzar comparó el abrigo de invierno del ruso con el suyo, adquirido en París para fríos menos severos. Las orejas vibraban con el frío. El funcionario ruso le obsequió una gorra de piel con orejeras, se llama shapka, le dijo. Traía otras de gusto femenino para el resto de la familia. se entendieron en francés y alemán. Al cabo de unos minutos Manuel se dio cuenta de que el funcionario Nicolai Vasilievich también hablaba español. Al abandonar la estación ferroviaria consultó el termómetro público. Marcaba quince grados bajo cero.
Nicolai Vasilievich les invitó a abordar el trineo tirado por dos caballos; en él llegaron a la que sería la embajada. El zar ordenó a su oficina de protocolo habilitar un palacete para la residencia del embajador del Imperio de México. Al zar no le interesó establecer relaciones diplomáticas con las jóvenes repúblicas latinoamericanas nacidas del derrumbe del imperio español, México ahora era un imperio y eso pesaba en la estrategia política de Rusia.
El palacete estaba ubicado frente a uno de los centenares de canales que conforman San Petersburgo, en el amplio delta y sus innumerables islas que traza el río Neva en su desembocadura.
La ceremonia de entrega de credenciales al zar sería tres días más tarde. Manuel Larráinzar preguntó a Nicolai Vasilievich en qué idioma debería dirigirse al soberano.
-En francés -respondió.
El día señalado Manuel se despertó temprano, se acicaló con esmero y vistió su uniforme de embajador. Tenía charreteras, galones y vivos militares relumbrantes. Se miró en el espejo.
-¡Caramba! -dijo y se fajó la espada de reglamento.
El salón de ceremonias se extendía interminable. Guiado por Nicolai Vasilievich avanzó sobre el minucioso dibujo del parqué de maderas preciosas en medio de cortesanos que lo miraban con curiosidad. Al fondo del salón estaba el trono de Alejandro II de la dinastía Holstein-Gottorp. "



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