Extremadamente tarde (fragmento) "Él estaba aquí, apoyado sobre la oxidada empalizada de alambres puntiagudos, algunos de ellos rotos y otros ausentes. Miró de nuevo y vio que eran malas hierbas donde se encontraba sentado. Sus pies estaban a la vista. Se dedicó a estudiarlos: llevaba un viejo par de malditas zapatillas que nadie había visto con anterioridad. Llevaban incluso los cordones desanudados. ¿Dónde estaba su cuero? Había conseguido un par de cueros hacía un par de semanas y ahora los echaba de menos. Alguien debía haberlos robado, algún bastardo miserable. No había modo de recuperarlos. Y se quedó con éstos. Un jodido trato. A no ser que pensaran que estaba muerto; justo lo suficiente, podría darse el caso de que hacerse un pequeño corte y pensar. No había nadie alrededor, así que por qué no decidirse. El chico está muerto, coge sus zapatos, mejor que sentarse a perder el tiempo, atentando contra Cristo por no cogerlos. Quizás el bastardo debería haberlo comprobado. Tal vez lo hiciera y vio que yacía muerto, así que tomó, después de todo, sus zapatillas. " epdlp.com |