El pensamiento de Santo Tomás (fragmento)Frederick Copleston
El pensamiento de Santo Tomás (fragmento)

"Existen dos posibilidades extremas de concebir la constitución psicofísica del hombre. Por un lado, puede sostenerse que el hombre "verdadero" es el alma, que habita el cuerpo, y considerar este último, a lo más, como instrumento de aquélla o, en el peor de los casos, como su prisión o tumba mortal. Esta concepción parece haber quedado expresada en los llamados escritos exotéricos de Aristóteles, de los que sólo fragmentos han llegado hasta nosotros y que Werner Jaeger y otros eruditos atribuyen a la primera época de este filósofo, cuando la influencia de Platón era aún muy notable. Algunos críticos han sostenido que no existen pruebas suficientes para atribuir estos escritos "exotéricos" a un periodo juvenil y transitorio dentro del desarrollo intelectual del filósofo; pero no es éste el lugar para discutir esta cuestión. Será suficiente señalar que en algunas obras, publicadas durante su vida, Aristóteles expuso un dualismo aún más marcado que el platónico. También Plotino, el neoplatónico, cargó el acento en el alma humana. Como creía, al igual que Platón, en la preexistencia y reencarnación del alma o cuando menos de la inteligencia, la consecuencia lógica de su posición era que el alma puede unirse sucesivamente a varios cuerpos y que es, por lo tanto, un algo independiente, una sustancia por su propio derecho. Esta misma concepción está implícita, desde luego, en aquellas filosofías o religiones orientales que sostienen la doctrina de la reencarnación. La idea de la preexistencia del alma no aparece en el pensamiento cristiano, si exceptuamos a algunos cuantos pensadores primitivos como Orígenes, que habían sufrido la influencia del neoplatonismo. "


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