HiroshimaSachidanand Hiranand Vatsyayan
Hiroshima

"Ese día el sol no cubrió
el horizonte y en la plaza de la
ciudad se vierte una ráfaga deslumbrante
y el cielo cae a través de la grieta
abierta de la tierra.

Sombras humanas se pierden aturdidas
en todas direcciones,
el fuego desde el este rompe el
corazón de la ciudad, una inmensa rueda
gira y gira trayendo la muerte
en cada dirección y el sol
asciende aniquilador.

¿Y luego?
Las sombras humanas palidecen y mueren,
de repente el hombre sólo es neblina y desaparece.
Las sombras permanecen
entre rocas calcinadas y calles vacías.
El sol se conjura contra los hombres,
las sombras blancas queman la roca negra
y le devuelven al hombre su propio testimonio. "



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