La noche sagrada (fragmento) "Ahora que soy vieja, tengo toda la serenidad para vivir. Voy a hablar, depositar las palabras y el tiempo. Me siento un poco pesada. No es por los años que pesan más, sino por todo lo que no ha sido dicho, lo que he callado y disimulado. No sabía que una memoria llena de silencios y miradas podía convertirse en una bolsa de arena que vuelve la marcha difícil. (...) Mi historia era mi prisión, y el hecho de estar encerrada en una célula gris por haber matado a un hombre era secundario. Dondequiera que fuese, transportaría mi prisión como un caparazón sobre la espalda. Allí habitaba y sólo me quedaba habituarme. Este aislamiento me ayudaría tal vez a cortar uno a uno los hilos tejidos a mi alrededor por ese destino oculto. Era una caja cerrada, depositada en un hangar estrecho y sellado." epdlp.com |