Árbol de la vida (fragmento)Lisandro Otero
Árbol de la vida (fragmento)

"Apenas musitaron algunas palabras de presentación o bienvenida mientras iban llegando. Uno llevaba la camisa abierta y una gruesa cadena de oro con la Virgen de la Caridad, otra usaba un vestido terriblemente apretado en las caderas que le acentuaban las nalgas y la semejaba a una rumbera de bataclán, usaba espejuelos oscuros y pretendía ser refinada alargando afectadamente las eses cuando hablaba. Cati se preguntó cómo pudo enredarse con aquellos deprimentes cofrades, pero si se trataba de luchar contra el comunismo admitiría cualquier contratiempo personal. El último en llegar fue Pancho Interián, que venía acompañado, como siempre, de Ortega.
Interián comenzó la reunión explorando un medio de enviar hombres a las montañas del Escambray donde se armaría un bastión del anticomunismo, una fortaleza de la fe cristiana. Debían utilizar un complicado procedimiento de cambio de vehículos y usar una casa como refugio que ofreció un matrimonio de Santa Clara. Era necesario hacer acopio de medicinas, las guerrillas las necesitarían.
Discutieron sobre el liderazgo porque tres de ellos sostenían que el Comandante de las fuerzas debía ser Osvaldo Ramírez en tanto que el cuarto argumentaba que a Evelio Duque le otorgaron ese mando los propios americanos y no se lo arrebatarían. La de espejuelos oscuros no cesaba de sobarse un largo collar de cuentas.
Ernestina se comprometió a conducir a algunos en el viaje a Las Villas y Enriqueta se encargaría de las medicinas. Cati podía ayudar trasladando a los clandestinos en el auto de su padre. Situaron en la mesa una botella de ron y la discusión fue avivándose hasta que una de las mujeres reclamó: tenía hambre, sugirió comer en The Yank. Cuando salieron de allí, Cati sintió que se le revolvía el estómago. No los acompañó. "



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