Guernica (fragmento)Jerónimo López Mozo
Guernica (fragmento)

"Mujer que mira la luz.- Hago el amor con el hombre, en la alcoba, todo cerrado, casi a oscuras. Fuera hay luz a borbotones. Cuando me consumo en el abrazo, doblan las campanas y los gritos de los niños que juegan en la calle cesan. Es el bombardeo. Le abrazo. Me abandono. Le dejo hacer sin querer oír las explosiones. Los cristales saltan hechos añicos. El techo se hunde sobre la cama y la abandono. La cama ha quedado destrozada y él, atrapado entre los hierros retorcidos. Salgo fuera, a la luz que me deslumbra. Corro desnuda, entre la gente que huye espantada. Alzo la cabeza para no ver el horror que hay junto a mí y el resplandor del sol sobre las bombas que caen me ciega y no distingo nada.
La destrucción me rodea, pero sólo siento el semen que llevo dentro. Algo estalla delante de mí. Rasga mi vientre y me duele. Los trozos de metralla revientan mis pechos. Me arranco los ojos con los dedos. Vuelvo a la oscuridad de la alcoba. Siento correr por todo el cuerpo la sangre. Muero cuando más amaba. Quiero ver algo de luz, pero ya no puedo.
Toro.- Estoy tranquilo en el silencio de la dehesa. Nada ensucia mi piel brillante, aunque la otra piel de toro esté rasgada. ¿Qué cosa viene a herir o a romper aquel enjambre de aviones y por qué las campanas se asustan? Caen bombas. Son como banderillas de fuego sobre la gente. ¿Cómo reacciona mi bravo hermano en el ruedo cuando se las hincan? Este campo ya no es apacible. Huyo. Corro entre la gente que también huye. No me temáis. El símbolo sagrado de la mitología popular tiene tanto miedo como vosotros. Quisiera que fuera de noche y dormir. Pero este callejón me lleva al ruedo donde se celebra la gran corrida. Ya sé lo que se siente en la plaza ante el castigo. Ya noto en mi carne la punzada de una bala. ¿Se acepta o se resiste? ¡Rabia! ¿Cómo se puede resistir? ¿No se habrán hecho la misma pregunta que yo los que ya han muerto? ¿Cómo se puede no aceptar estando acorralado, condenado a participar en la fiesta de sangre?
Vuelvo la cabeza hacia los aviones. No quiero ver más cadáveres a mis pies, ni oír los estertores de los moribundos.
Toda la piel de toro está bañada en sangre e indignidad.
Estoy aturdido, herido de muerte. Por la boca escupo un chorro de sangre negra. "



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