La zorra ilustrada (fragmento) "Samaniego.- ¿Usted cree que queda en buenas manos la tierna ninfa? Doña Juana.- En las manos de su sobrino. Enfermero del Ejército Español. Samaniego.- Por eso digo. Doña Juana.- A los jóvenes hay que darles confianza. Samaniego.- Pero esa ninfa... Doña Juana.- Macarena sólo necesita un poco de descanso mientras alguien la vela... Samaniego.- ¿No hubiera sido mejor que me quedara yo en la vela y mi sobrino estuviera aquí con usted? Doña Juana.- No. Yo prefiero disfrutar de su compañía. Samaniego.- Él ya querría la permuta. Doña Juana.- Es que a su sobrino de usted se le van los ojos tras los escotes... Samaniego.- Es que hay escotes y escotes. Doña Juana.- ¿Usted cree, Don Félix? Samaniego.- Por ejemplo, el suyo es de vértigo. De no mirar. Doña Juana.- ¿Por eso me rehúye? Samaniego.- Sufro del mal de altura... Si te subes a una torre, hay peligro de mareo. Doña Juana.- Qué poco arriesgado. Samaniego.- Los años, y la legítima que tengo abandonada... Doña Juana.- El abandonado es el fabulista... Samaniego.- ¿Doy esa impresión? Doña Juana.- De ahí su predilección por las infantas... Samaniego.- No tengo hijos... Doña Juana.- ¿Seguro? Samaniego.- Con mi legítima, no... Doña Juana.- ¿Es fría? Samaniego.- Como algunas señoras de este tiempo. Por eso la necesidad de educarlas a las damas, y ahí la necesito... Doña Juana.- Sólo ahí. Samaniego.- Empecemos por ahí. Doña Juana.- ¿Por qué su obsesión por educar a la mujer? Samaniego.- Usted que está educada me podría responder mejor que yo. Doña Juana.- La mujer educada es menos peligrosa. Samaniego.- ¿Como el hombre educado? Doña Juana.- El hombre siempre es un lobo. Como la mujer siempre es una zorra... Samaniego.- ¿La mujer, siempre una zorra? Doña Juana.- Las mujeres oponemos nuestra astucia al depredador... Si se educan, tanto el lobo como la zorra, sólo se refinan... Samaniego.- ¿Conoce la fábula del león, el lobo y la zorra? " epdlp.com |