Aventura en el centro de la tierra (fragmento)Edgar Rice Burroughs
Aventura en el centro de la tierra (fragmento)

"Recuerdo que Perry se entusiasmó considerablemente cuando le hablé acerca de ese Mundo Muerto, pues parecía pensar que podía explicar el hasta entonces no resuelto enigma de la rotación y precesión de los equinoccios.
Cuando los dos jinetes de los lidia se hubieron aproximado más, pudimos distinguir que uno era una mujer y el otro un hombre. Este último levantó las manos, con las palmas abiertas hacia nosotros en señal de paz, y yo le respondí de igual forma. Repentinamente lanzó un grito de asombro y de júbilo y, deslizándose de su enorme montura, corrió al encuentro de Dian y la abrazó.
Durante un segundo palidecí de celos, pero sólo fue un segundo, pues Dian rápidamente atrajo al hombre hacia mí diciéndole que yo era su esposo.
-Y éste es mi hermano Dacor el Poderoso, David -me dijo.
Parecía ser que la mujer era la esposa de Dacor. No había encontrado ninguna de su agrado entre los Sari, ni más allá, hasta que llegó a la tierra de Toria, donde había encontrado y luchado por esa hermosa mujer que llevaba consigo a su propia tribu. Cuando hubieron escuchado nuestro plan, decidieron acompañarnos a sari, donde Dacor y Ghak concretarían la alianza. Dacor parecía tan entusiasmado con la idea de aniquilar a los Mahars y a los Ságotas como Dian y yo.
Después de un viaje que, por ser Pelucidar, fue tranquilo, llegamos a las primeras aldeas de los Sari que consisten en uno o dos centenares de cuevas artificiales abiertas en la ladera de un gran precipicio. Allí, para nuestra inmensa alegría, nos encontramos con Perry y Ghak. El viejo se quedó embelesado al verme, pues hacía ya tiempo que me había dado por muerto.
Cuando le presenté a Dian como mi esposa, no supo qué decir, pero después me comentó que entre ambos mundos no podía haber hecho mejor elección. Ghak y Dacor llegaron a un acuerdo muy amistoso, y en un consejo celebrado entre diversos jefes de tribus de Sari se trazó un plan aproximado de la forma de gobierno que se debía adoptar. Los distintos reinos debían permanecer separados e independientes, pero tenía que existir un regente supremo, un emperador. Se decidió que yo fuera el primero de la dinastía de los emperadores de Pelucidar. Nos dispusimos a enseñarles a las mujeres a hacer arcos y flechas y bolsas de veneno. Los jóvenes cazaban las serpientes que proporcionaban la ponzoña y también extraían el hierro para hacer espadas bajo la dirección de Perry. El entusiasmo se propagó velozmente de una tribu a la otra, hasta que comenzaron a llegar representantes de países tan lejanos que los Sari ni siquiera los habían oído nombrar, para prestar juramento de lealtad y aprender el arte de construir y manejar nuevas armas. Enviamos hombres como instructores a todas las naciones de la federación, y el movimiento ya había adquirido proporciones gigantescas antes de que los Mahars lo descubrieran. El primer indicio que tuvieron fue cuando tres de sus caravanas de cazadores de esclavos fueron exterminados en rápida sucesión. No podían entender cómo las especies inferiores habían adquirido repentinamente un poderío tan formidable y eficaz. "



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