Comentario sobre la epístola primera a Timoteo (fragmento)Juan Calvino
Comentario sobre la epístola primera a Timoteo (fragmento)

"Columna y cimiento de la verdad. Este título denota una extraordinaria grandeza. ¿Podría haberse descrito en lenguaje más elevado? ¿Hay algo más venerable o más santo, que la verdad eterna, que abarca tanto la gloria de Dios como la salvación de los hombres? Si todos los elogios de la filosofía pagana, con los que ha sido adornada por sus seguidores, pudieran juntarse en un montón, ¿qué es esto en comparación con la dignidad de esta sabiduría, la cual únicamente merece ser llamada luz y verdad, enseñanza de vida, y camino y Reino de Dios? Ahora bien, ella es preservada en la tierra sólo por el ministerio de la Iglesia. ¡Cuánta responsabilidad, pues, descansa sobre los pastores a quienes se les ha confiado la custodia de tesoro tan inestimable! ¡Con qué imprudente futilidad arguyen los papistas las palabras de Pablo para afirmar que todos sus absurdos deben aceptarse como oráculos de Dios, porque son "columna de la verdad", y por lo tanto no pueden equivocarse!
Primero, debemos ver por qué honra Pablo a la Iglesia con un título tan excelente. Sosteniendo ante los pastores la grandeza del oficio, él indudablemente trató de recordarles con qué fidelidad, laboriosidad y reverencia deben ellos desempeñarlo. ¡Cuan terrible es la venganza que les espera, si, por su culpa, esa verdad que es la imagen de la gloria divina, la luz del mundo, y la salvación de los hombres, se permite que caiga! Esta consideración debe indudablemente hacer que los pastores estén en continuo temor y temblor, no para privarlos de toda energía, sino para excitarlos a mayor vigilancia.
De aquí podemos concluir fácilmente con qué sentido emplea Pablo estas palabras. La razón por la cual la Iglesia es llamada "columna de la verdad", es por que ella la defiende y la esparce mediante su instrumentalidad. Dios mismo no baja del cielo a nosotros, ni diariamente nos envía ángeles para declararnos su verdad; sino que emplea pastores, a quienes Él ha designado para ese fin. Para expresarlo en un sentido más llano: ¿no es la Iglesia la madre de todos los creyentes? ¿No los regenera ella mediante la palabra de Dios? ¿No los educa y nutre durante toda su vida? ¿Acaso no los fortalece, y los lleva finalmente a la perfección absoluta? Por la misma razón es llamada "columna de la verdad"; porque el oficio de impartir la doctrina, que Dios ha colocado en sus manos, es el único instrumento para preservar la verdad, a fin de que no desaparezca de la memoria de los hombres. "



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