Servir al pueblo (fragmento) Yan Lianke
Servir al pueblo (fragmento)

"Los ocho candidatos corrían al dormitorio donde se alojaba su instructor y se peleaban por ver quién lo barría o quién lavaba la ropa de su esposa, de tal modo que él no sabía a quién elegir para la sección de cocina. En aquel momento crucial, volviendo al dormitorio un fin de semana, descubrió a su hijo subido a la espalda de Wu Dawang. El niño le daba golpes en la cabeza como si fustigase a un animal de carga, gritando:
—¡Más rápido! ¡Más rápido!
Y Wu Dawang corría en todas direcciones a cuatro patas ladrando como un perro y relinchando como un caballo.
Lleno de ira ante aquel espectáculo, el instructor cogió a su hijo, le dio una bofetada y amonestó severamente a Wu Dawang, que todavía estaba a cuatro patas.
—¿Eres un perro o un caballo? ¿No sirves más que para jugar a ser siervo de los demás?
Wu Dawang se levantó y, sacudiéndose la tierra de las rodillas, respondió:
—Siempre me ha gustado servir a los demás, ya que sirviendo a los demás, ¿no se pone en práctica la teoría? ¿No se sirve al pueblo?
El instructor le miró, estremecido, y quedó un instante silencioso, visiblemente perplejo. Preguntó:
¿Así es cómo interpretas tú la consigna «servir al pueblo?
Wu Dawang respondió con una pregunta:
Un hombre a quien no le gusta servir a los demás, ¿puede decir que pone en práctica la consigna «servir al pueblo»?
[...]
Su mujer fue a verle (al de la brigada de producción.) Farfullando, ella le expuso los detalles de su intimidad. Ahora hacía un mes y nueve días que su marido había vuelto. Al principio de su permiso no solamente no le había hecho la cosa, sino que ni siquiera la había tocado. Pero desde que había tocado el cartel, lo colocaba todas las noches en la cabecera de la cama y le hacía la cosa también todas las noches, no como si fueran un hombre y una mujer, sino como si fuesen dos animales. "



El Poder de la Palabra
epdlp.com