La vida en minúscula (fragmento) "-Dime, Bayo, ¿por qué dejas que un mono encorvado vestido de colorines se siente en tu pescuezo, te taladre los ijares con un hierro puntiagudo y te azote con la fusta? -No preguntes tonterías, Alazán. Tiene que ser así. -¿Por qué? -Porque sí. Nosotros tenemos que dar hasta donde alcancen los pulmones, el corazón, los músculos y los nervios. Luchar y vencer, ése es el lema caballeril. -¿Por qué debemos luchar y vencer? -En primer lugar, por el premio; y en segundo por el honor. -Pero no nos los llevamos nosotros, sino nuestros propietarios. -Por eso, si somos buenos, los propietarios nos palmean la grupa. ¡Qué bien sienta esto a las ancas de un caballo fiel! -¿Y qué se te ocurre cuando en medio de la carrera te quedas sin resuello y sientes que no das más de sí, desfalleces y estiras las cuatro patas? -Entonces me digo: ¡aguanta! Y para aguantar recibo el acicate de las espuelas y la fusta. -¿No has pensado nunca en tirar a tu jinete? -¡Jamás! ¿Cómo puedes preguntar tal cosa? ¡Pongo el corazón y los cascos para el propietario y el jockey! -¡Qué asco de cuadrúpedo! ¡Ni que tuvieras alma humana! Bayo se aparta un poco de Alazán, alza el cuello, vuelve ligeramente la cabeza y le espeta con displicente indignación: ¡BOLCHEVIQUE! " epdlp.com |