Eurídice "El ha venido a buscarte y está aquí, canción que te llama y quiere que vuelvas, canción de dicha y de pesar a partes iguales, promesa hecha canción, promesa de que todo será, allá arriba, distinto a la última vez... Hubieras preferido seguir sintiendo nada, vacío y silencio; la estancada paz del mar más hondo, al ruido y la carne de la superficie, acostumbrada a estos pasillos pálidos y en sombras, y al rey que pasa por tu lado sin pronunciar palabra. El otro es diferente y casi lo recuerdas. Dice que canta para ti porque te ama, no como eres ahora, tan fría y diminuta: móvil y a la vez quieta, como blanca cortina o soplo en la corriente de una ventana a medio abrir junto a una silla donde nadie se sienta. Te quiere "real", un cuerpo opaco, sentir cómo se espesa (tronco de árbol o ancas) y el golpe de la sangre tras los párpados al cerrarlos la llamarada solar... sin tu presencia no podrá sentir este amor suyo... Mas la súbita revelación de tu cuerpo enfriándose en la tierra fue saber que le amas en cualquier lugar hasta en este sitio sin memoria, este reino del hambre. Como una semilla roja en la mano que olvidaste que aprietas, llevas tu amor... El necesita ver para creer y está oscuro. Atrás, atrás..., le susurras, pero quiere que vuelvas a alimentarlo, Eurídice, puñado de tul, pequeña venda, soplo de aire frío, no se llamará Orfeo tu libertad..." epdlp.com |