Conocimiento y acción (fragmento) "Una consecuencia de este orden no se deduce, en manera alguna, del pragmatismo teórico. El pragmatismo teórico consistía en sostener que la verdad, analizada, se reduce a las consecuencias de las doctrinas; pero a condición de que entren todas las consecuencias, no sólo reales sino posibles. Más aquí no se trata de eso: el autor habla de "la vida concreta". Una persona determinada, o una sociedad determinada, encuentra, en un momento dado, "éxito": éxito de cualquier orden, sea material, sea espiritual, en ciertas ideas teológicas. Aún dentro del pragmatismo teórico, eso no quiere decir que sea aplicable a dichas ideas teológicas la definición de la verdad: se ha prescindido de consecuencias remotas, de consecuencias posibles, y la prueba de que es así, es que, este criterio de verdad, podríamos nosotros aplicarlo a otras antiguas ideas teológicas, que el mismo James reconocerá, como otro cualquiera, que son falsas (por ejemplo, el fetichismo, o la adoración de los animales), y que, sin embargo, en su tiempo, han tenido, como diría James, un valor para la vida concreta... Es, pues, siempre, el mismo error. Un berkeleyano que comprendiera inteligente y consecuentemente su sistema, nos diría: "La materia se reduce a estados de conciencia. Pero todas nuestras reglas de conducta con relación a la materia, sean racionales, sean instintivas, lo mismo que nuestros sentimientos hacia la materia; todo eso, debe quedar". El idealismo de Berkeley, no modifica, por ejemplo, la ciencia arquitectónica: la resistencia de los materiales sigue siendo la misma, etc. Tampoco debe modificar nuestros instintos: una serie de adquisiciones delicadísimas que están ya en nuestro cuerpo; los movimientos subconscientes que hacemos para mantener el equilibrio en todo momento; todo eso, queda; todo eso, no debe ser alterado. " epdlp.com |