A la muerte "Morir sí, no ser agredidos por la muerte. Morir persuadidos de que semejante viaje será el mejor. Y en el último instante estar alegres como cuando contamos los minutos en el reloj de la estación y cada uno es un como un siglo. Puesto que la muerte es la esposa fiel que sustituye a la amante traidora no deseamos recibirla por intrusa, ni huir con ella. ¡Demasiadas veces partimos sin despedida! A punto de cruzar en un instante el tiempo, cuando la memoria nuestra se despierta, déjanos, oh muerte, decir adiós al mundo, concédenos todavía una demora. Que el decisivo paso no sea precipitado. Al pensar en la muerte repentina la sangre se me hiela. Muerte, no me atraparás, más anúnciate de lejos y tómame por amigo como la última de mis costumbres. " epdlp.com |