De Cive (fragmento) "Obtenemos derecho sobre las criaturas irracionales del mismo modo que sobre las personas humanas, es decir, mediante la fuerza y el poder natural. Porque si en el estado de naturaleza es legal para cualquiera, por razón de esa guerra de todos contra todos, someter e incluso matar hombres siempre que esto parezca redundar en nuestro bien, con mucha mayor razón será también legal, en el caso de los brutos, reducir a éstos a servidumbre haciéndolos útiles mediante el arte de la doma o persiguiéndolos y destruyéndolos en guerra perpetua si son peligrosos y nocivos. Por lo tanto, nuestro dominio sobre las bestias tiene su origen en el derecho de naturaleza, no en el derecho divino positivo. Pues si tal derecho no hubiera existido antes de que se hiciesen públicas las Sagradas Escrituras, ningún hombre podría con derecho haber matado una bestia para alimentarse, excepto aquellas que hubieran sido designadas por expresa disposición divina; lo cual, ciertamente, hubiera sido muy duro para hombres a quienes las bestias podían devorar sin injuria, sin dárseles a ellos el poder de destruirlas. Así pues, si procede del derecho natural el que una bestia pueda matar a un hombre, de ese mismo derecho procede también el que un hombre pueda matar a una bestia. " epdlp.com |