Conversaciones (fragmento)Emil Cioran
Conversaciones (fragmento)

"Sí, me comparo con Macbeth, aunque no he matado a nadie, pero, interiormente, he vivido lo que él vivió y lo que dice podría haberlo dicho yo. En mis accesos de megalomanía, lo acuso de plagio.
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Delante de un Macbeth auténtico, toda la sala huiría. Esa es una forma demasiado literal de tomarse las cosas. Hay que añadirle matices. Cuando pienso en Macbeth, me identifico con él e incluso cuando no pienso en él sigue siendo mi hermano. Lo que dice está, evidentemente, relacionado con su crimen, pero va también más lejos y resulta más profundo. Macbeth es un pensador, igual que Hamlet. Comprendo a Shakespeare, cuya desmesura admiro perdidamente.
[...]
Cuando yo era profesor en Brasov y estaba escribiendo mi libro sobre los santos, adopté la brusca resolución de dirigirme exclusivamente a... Shakespeare. Resolución clara y rotunda, un poquito demente, pero así fue. En la ciudad había un café muy agradable, del tipo de los vieneses. Yo iba a él todos los días después de comer. Una vez adoptada dicha resolución, me había instalado en mi lugar habitual. En esto que llegó uno de mis colegas, profesor de gimnasia. «¿Puedo sentarme a su mesa?», me preguntó. «¿Quién es usted? ¿Es usted Shakespeare?» «De sobra sabe usted que no.» «¡Cómo! ¿Que no es usted Shakespeare? Entonces, ¡lárguese!» Se fue furioso y contaba a quien quisiera escucharlo que yo me había vuelto loco. Volviendo a Macbeth, nunca le perdonaré haber dicho lo que me correspondía —estoy íntimamente convencido de ello— decir a mí. "



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